jueves, 15 de marzo de 2012

Poemas buenérrimos para neófitos


Todos podemos devenir bardos en un momento de "exaltación", jijiji

Resulta que el otro día en la tertulia a la que asisto –hasta que tengan a bien echarme como lo que soy (un perro; andaluz)– estuvimos leyendo y trayendo a colación (porque nos salía de la cola) varios poemas de diverso corte y pelaje.

Bien. Pues como me aburro en el trabajo y tengo dos textos que no terminan de salir del cajón del inconsciente, de escritor ripioso de saldo que soy, pues voy a aflojar un poco el tirante hilo creativo y a presentaros una compilación breve de los poemas que más me gustaron, sin ulterior presentación.

Como diría mi madre cuando mi padre, al poco de nacer yo, le propuso la posibilidad de aplicar conmigo el aborto retroactivo:

¡Sea!



REGIONALISMO (Francisco Vighi)

Para que te exaltes, castellano,
hombre seco, hombre de tierra.
Para que me odies, catalán,
más fenicio que de Grecia;
y tú, manchego retardado,
cazurro de alma plebeya;
isleño cursi y rastacuero,
balear ladrón, hijo de chueta;
leonés rencoroso y zafio;
montañes vano, hombre de cera;
y tú, aragonés que llamas a la bestialidad franqueza;
para que me mates, levantino, simulador de arte y de belleza;
vasco hipocrita y ambicioso,insultame con tu pobre lengua;
asturiano traidor y falso;
gallego llorón, y sin vertebras;
murciano sucio, feo y torpe;
extremeño de las cavernas;
madrileño que de Real orden
eres tonto por dentro y por fuera.
Yo os desprecio, os maldigo y os odio,
gentes cobardes de mi tierra.
Y para ti, andaluz idiota,
¡culebra!, ¡culebra!, ¡culebra!


COMO LES IBA DICIENDO (Nicanor Parra)

Yo soy número uno en todo
no ha habido -no hay- no habrá
sujeto de mayor potencia sexual que yo
una vez hice eyacular diecisiete veces consecutivas
a una empleada doméstica

yo soy el descubridor de Gabriela Mistral
antes de mí no se tenía idea de poesía
soy deportista: recorro los cien metros planos
en un abrir y cerrar de ojos

a lo mejor ustedes no tienen idea de nada
han de saber que yo introduje el cine sonoro en Chile
en cierto sentido podría decirse
que yo soy el primer obispo de este país
el primer fabricante de sombreros
el primer individuo que sospechó
la posibilidad de los vuelos espaciales

yo le dije al Che Guevara que Bolivia no
le expliqué con lujos de detalles
y le advertí que arriesgaba la vida

de haberme hecho caso
no le hubiera ocurrido lo que le ocurrió
¿recuerdan ustedes lo que le ocurrió al Che Guevara en Bolivia?
imbécil me decían en el colegio
pero yo era el primer alumno del curso
tal como ustedes me ven
joven-buen mozo-inteligente
genial diría yo
irresistible
con una verga de padre y señor mío
que las colegialas adivinan de lejos
a pesar de que yo trato de disimular al máximo.


MI VIL ANIMAL (Ángel Guache)

Aquí estoy sola
como una ola
y sin cola.
Este hombre me rompe los esquemas,
este hombre es un nido de problemas.

Él por ahí de motorista
de juerga en juerga,
que es un juerguista;
y yo friega que friega,
plancha que plancha,
ya me estoy poniendo ancha.

Me paso horas limpiando,
me paso horas cantándole
a la tabla de planchar.
Que canto por no llorar.
Este hombre me rompe los esquemas,
este hombre es un nido de problemas.

Me dijo que me faltaba un tornillo,
me dijo que me iba a enderezar
con el martillo.

Cojo la batidora,
y a ese bruto,
a ese vil animal
le voy a hacer un batido
de Zotal.
¡Un batido de Zotal,
so animal!

Aquí ya huele a muerto
y los muertos huelen fatal.

Que te veo en la morgue, tío,
y allí sí que hace frío.
Mira cómo me río.



CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA (Jaime Gil de Biedma)

¿De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas, a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar.
Y si te increpo, te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.

Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.

¡Si no fueses tan puta!
Y si yo no supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
¡Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!


EL AMENAZADO (Jorge Luis Borges)

Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición el aprendizaje de las palabras que usó
el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
intemporal, el sabor del sueño?

Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
sombra no ha traído la paz.

Es ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.


GACELA DEL AMOR DESESPERADO (Federico García Lorca)

La noche no quiere venir
para que tú no vengas ni yo pueda ir.
Pero yo iré
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.

El día no quiere venir
para que tú no vengas ni yo pueda ir.
Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.
Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.


ROTO (Benjamín Prado)

Solo,
en medio de todo;
estar tan solo
como es posible,
mientras ellos vienen
muy despacio,
se agrupan,
ponen su campamento,
invaden,
talan,
hunden,
derriban las palabras
una a una,
se reparten mi vida,
poco a poco,
levantan su pared
golpe a golpe.

Después se van;
se marchan
lentamente,
pensando:
-Nunca podrás huir de todo lo que has perdido.

Tal vez tengan razón.
Tal vez es cierto.

Pero llega otro día,
el cielo quema
su cera azul encima de las casas;
yo regreso de todo lo que han roto,
busco entre lo que tiene
su propia luz,
encuentro
la mirada del hombre que ha soplado unas velas,
el limón que jamás es parte de la noche;
ato,
pongo de pie,
reúno los fragmentos,
me convierto en su suma.

Y todo vuelve
otra vez;
las palabras llegan donde yo estoy;
son las palabras
perfectas,
las que tienen
mi propia forma,
ocupan cada hueco
y cierran cada herida.
Las palabras que valen para hacer estos versos
y sentarse a esperar que regresen los bárbaros.


LOS LUGARES, LOS AMADOS (Philip Larkin)

No, nunca he encontrado un lugar
del que pudiera decir
Esta tierra es mía,
Aquí debería quedarme;
Tampoco he conocido a ese alguien especial
Que me exigiera al tiro
Todo lo que es mío
Hasta mi nombre;

Encontrar algo así parece probar
Que no quieres tener que elegir dónde
Echar raíces, o a quien amar;
Les pides que te echen fuera
Irrevocablemente,
De modo que no sea tu culpa
Si la ciudad se vuelve monótona
Y la muchacha una tonta.

Con todo, incluso perdiéndolas
Quedas obligado a actuar
Como si lo que te tranquilizara
De hecho, te destrozara;
Así que será más sabio que dejes
De pensar que aún podrías hallar
Lo que hasta ahora no has llamado
Tu mujer, tu lugar


ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR, ¿EH? (Charles Bukowski)

si no brota de ti a borbotones
a pesar de todo,
ni lo intentes.
a menos que te salga por voluntad propia
del corazón y la mente y la boca
y las entrañas,
ni lo intentes.
si tienes que permanecer horas sentado
mirando la pantalla del ordenador
o encorvado sobe la
máquina de escribir
en busca de palabras,
ni lo intentes.
si lo haces por el dinero o
la fama,
ni lo intentes.
si lo haces porque quieres
mujeres en la cama
ni lo intentes. si tienes que sentarte y
rehacerlo una y otra vez,
ni lo intentes.
si sólo pensar en ello ya te cuesta trabajo,
ni lo intentes.
si quieres escribir como algún
otro,
olvídalo.

si tienes que esperar a que salga de ti
con un rugido,
entonces espera tranquilo.
si no llega a salir de ti con un rugido,
dedícate a otra cosa.
si primero se lo tienes que leer a tu esposa
o a tu novia o tu novio
a tus padres o quienquiera que sea,
no estás preparado.

no seas como tantos otros escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman escritores,
no seas soso, aburrido y
pretencioso, no te dejes consumir por el
narcisismo.
las bibliotecas del mundo
se han dormido de
aburrimiento
con los de tu calaña.
no lo empeores.
ni lo intentes.
a menos que te salga
del alma como un cohete,
a menos que creas que la inactividad
te llevaría a la locura o
al suicidio o al asesinato,
ni lo intentes.
a menos que el sol en tu interior te
abrase las entrañas,
ni lo intentes.

cuando de veras sea la hora,
y si estás entre los escogidos,
cobrará vida por
si mismo y seguirá cobrándola
hasta que mueras o muera
en ti.

no hay otra manera.

ni la hubo nunca.

2 comentarios:

  1. Muy interesante tu primera antología personal. Destacar a mi amado Gil de Biedma, y la Gacela de Lorca, a la que puso música magistralmente Amancio Prada.

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  2. Muy buena tu antología. Me quedo sobre todo con mi querido Gil de Biedma, y la Gacela de Lorca, a la que puso música magistralmente Amancio Prada

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