jueves, 23 de septiembre de 2010

La tristeza


La tristeza vive
en una voz femenina
anunciando estaciones sin nombre
en el interior de un tren
que hiende el corazón de la noche.

La tristeza emana
del cuarteto de cuerda
interpretando “Por una cabeza”
durante el banquete de boda
que desnuda el atardecer.

La tristeza cristaliza
en ocasos como espinas.
Incapacidad de conservar algo
que trascienda al trámite
del latido irrecuperable.

La tristeza es un río
de cauces imprecisos
rayanos al desborde;
que involucra el caudal de tu alma
y la mía,
que compromete el destino
de nuestras riberas
hoy unívocas,
mañana, tal vez,
escindidas
en meandros
distantes:

Éste arenal en el que
nos hundimos.

1 comentario:

  1. Buen comienzo de blog, y con las gotas de fondo parece si cabe mucho más nostálgico, el poema tiene buen ritmo, se ve que lo tienes interiorizado, y me gustan las imágenes, grises, es como si ese sentimiento se diluyera en el aire o reposara en una charca casi invisible.

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