domingo, 6 de mayo de 2012

Soren Kierkegaard y su elevada opinión de la mujer

Ejemplo gráfico de Kierkegaard filosofando con la inestimable ayuda de una mujer. Al fondo, su esposa, super útil para asentar los ficus.

"Mi amigo, en definitiva, es un poeta, y a los poetas les pertenece esencialmente esa creencia entusiasta en las virtudes de la mujer. Yo, en cambio, sea dicho con todos los respetos, no soy más que un prosista en este sentido. En lo que se refiere al otro sexo tengo mi opinión particular o, dicho con mayor exactitud, no tengo en absoluto ninguna opinión, pues muy raramente me he topado con una muchacha cuya vida pueda encerrarse en una categoría. La mujer, la mayoría de las veces, carece de ese sentido de la consecuencia que es absolutamente necesario tener en cuenta cuando se trata de admirar o despreciar a un ser humano. Una mujer, antes de engañar a otro, se engaña siempre a sí misma y luego, claro está, ya no hay ninguna medida bajo la cual podamos juzgarla."

Soren Kierkegaard, haciendo amigas, como siempre, jijiji...

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