miércoles, 20 de abril de 2011

Los niños serán esqueletos




Los niños serán
esqueletos
algún día
y ninguno nos rebelaremos
contra lo que ha de llegar
porque de nada sirve.

La vejez irá germinando
como el desencanto
de los que comprenden su extravío
en una patera en el Atlántico,
de los que se sumergen en otros desiertos
desconocidos.

Quizá acabe derrotado y loco
y tal vez tú no llegues
o puede que sea al contrario.
De cualquier modo no es más fácil
morir que vivir.
No tiene botón de escape
este teclado.

Los rostros de los niños
serán calaveras
y ninguno será llorado
cuando pasen cien años.
No es tanto tiempo.
No somos tan importantes:
no es tanto el legado.

El miedo irá ocupando
su butaca en el estrado
para no perder detalle
de nuestros patéticos esfuerzos
por no quedar de lado
en este desfile triste
de a oscuridad condenados.

Peces locos escarbarán las cuencas
de nuestros ojos desecados
seremos paradójico cebo
para futuros gusanos.

Y no habrá un segundo de inquietud
cuando la eternidad nos haya olvidado.
Ese será nuestro haber
y todo habrá terminado.

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